¿ERES FAMILIAR DE UNA PERSONA QUE UTILIZA SILLA DE RUEDAS?
Tanto para los usuarios de sillas de ruedas como para las personas encargadas de cuidarlas (generalmente familiares), existen algunas claves, consejos o tips que pueden orientar a estas personas a tomar las medidas necesarias para asegurar la máxima comodidad y seguridad de quien se encuentra en la silla de ruedas.
Existen diversas necesidades específicas que existen para las personas que repentinamente se encuentran en la necesidad de usar una silla de ruedas, ya sea por cambios en su vida personal, en su salud, o incluso en el espacio vital en el que habitan. Y si bien es verdad que a quienes están encargados de forma cotidiana del cuidado de una persona cuya movilidad depende de una silla de ruedas les concierne mucho el conocer estos consejos, también es cierto que es información que va bien a toda la población, pues no sabemos en qué momento nos veremos enfrentados a la necesidad de utilizar una o cuidar de alguien que lo haga.
Con lo anterior en mente, y pensando sobre todo en los familiares que en su vida diaria conviven con personas que utilizan este tipo de ayuda a la movilidad, hemos preparado una serie de consideraciones que pueden ser de gran utilidad en estas circunstancias.
Poner atención a las necesidades de la persona en silla de ruedas.
La movilidad es algo que normalmente damos por sentado. Nos levantamos, caminamos, nos dirigimos a los sitios a los que queremos ir. Así que cuando debemos encargarnos de un familiar que necesita de una silla de ruedas para desplazarse, quizá no entendamos por completo lo que le hace falta o nos cueste trabajo comprender sus necesidades concretas.
En primer lugar, podríamos decir que es difícil agrupar a todos los usuarios de sillas de ruedas en el mismo grupo. No todas las personas que las utilizan están constantemente en la silla de ruedas, algunos cambian de silla, algunos son capaces de caminar breves distancias, algunos practican deportes, a algunos les gusta bailar. Además, no siempre resulta evidente que una persona tenga una restricción de movilidad, por ejemplo, las personas que están enfermas del corazón o que tienen una enfermedad respiratoria también son usuarios de sillas de ruedas, pero por otras razones.
Como podemos ver, el rango de necesidades puede ser increíblemente amplio, pues la persona a nuestro cargo puede estar limitada en su movilidad en muy diversos niveles. Así que, para conocer sus necesidades, nada mejor que escucharlo. No hay que tener miedo de preguntarle qué desea, cómo podemos facilitarle las tareas cotidianas, qué quiere hacer y cómo quiere hacerlo. Ello puede resultar más complejo en el caso de personas que también tengan problemas de comunicación, en cuyo caso deberíamos acudir y confiar en el personal de salud que se haga cargo de su cuidado para informarnos bien de sus necesidades y poder tomar las medidas necesarias para satisfacerlas en la medida de lo posible.
Disponibilidad constante.
A pesar de que resulte una situación evidente, si nuestro familiar que utiliza silla de ruedas tiene un problema de movilidad, puede necesitar nuestra ayuda en cualquier momento. Independientemente de que la familia haya tomado las medidas para modificar el espacio vital arquitectónicamente y adaptando el mobiliario de la casa para las necesidades de la persona en silla de ruedas, ésta puede requerir ayuda adicional en cualquier momento del día o la noche, sobre todo cuando se encuentre enferma o si se trata de una persona mayor. Desde el poder sentarse solo en su silla de ruedas, hasta desplazarse al baño o vestirse solo, todas estas pequeñas tareas cotidianas pueden implicar una gran dificultad, así que, al ser un familiar encargado del cuidado de una persona con este tipo de limitantes, hay que tomar conciencia de que nos puede necesitar las veinticuatro horas del día.
La exposición al sol.
Parece un consejo muy simple y evidente, pero no lo es. Las personas que se encuentran en la necesidad de utilizar una silla de ruedas, al salir al aire libre se exponen de una forma distinta a los rayos del sol.
Quien quiera que se siente en el jardín o en un parque en una tarde soleada y agradable, debe tener cuidados especiales si es usuario de una silla de ruedas. Los propios materiales utilizados en la fabricación de la silla de ruedas pueden calentarse por una exposición prolongada a los rayos del sol y causar quemaduras, y éstas pueden ser tanto para las personas en la silla de rueda como para quienes los cuidan. Normalmente, en un día soleado, aplicaremos protector solar en el rostro, el cuello o los brazos: son las áreas del cuerpo en las que pensamos en primera instancia. Pero para las personas en silla de ruedas el riesgo son sobre todo sus piernas, pues no las moverán ligeramente como el resto del cuerpo al pasar un tiempo al sol. Así que un muy buen consejo es cubrir las piernas con una manta si se va a pasar un buen rato al sol. El material de la manta podrá variar de acuerdo con la época del año.
Realizar las elecciones adecuadas.
Estar en una silla de ruedas, ya sea una que la propia persona pueda utilizar de forma independiente o una que se tenga que empujar, quizá parezca muy sencillo para quienes no están sometidos a esta situación, pero puede resultar incómodo cuando el tiempo de uso es prolongado y mucho más si es permanente. El poder ayudar a nuestro familiar en silla de ruedas a sentirse más cómodo puede depender también de tomar una serie de buenas decisiones.
En primer lugar, hay que saber elegir la ropa adecuada. Ciertas prendas de vestir no son para nada adecuadas para ser utilizadas por una persona que utiliza una silla de ruedas. Los zippers, formas de cerrar complejas y con muchos botones no son fáciles de usar al estar en silla de ruedas, pues además de resultar difícil de ponérselas, pueden lastimar la piel delicada e incluso causar escaras, sobre todo en personas mayoras con menor cantidad de tejido muscular. Es mejor buscar prendas fáciles de poner, en tejidos suaves. Existen muchas prendas con diseños hermosos y llenos de estilo que pueden resultar ideales para las personas en silla de ruedas.
En segunda instancia, pero sin duda muy importante, está la elección de la silla de ruedas. Cuando las personas se enfrentan a tener que comprar una silla de ruedas, muchas son las que creen que todas son iguales, que pueden comprar la primera que encuentren, la más económica o incluso reutilizar cualquiera que les preste otro familiar o algún amigo. Ello, sobre todo en la actualidad, es completamente falso. Hay una gran variedad de sillas de ruedas, y para elegir la mejor, es importante seleccionarla de acuerdo con el cuerpo y necesidades de quien la va a utilizar. De esta forma, no terminaremos utilizando una silla que no proporcione el soporte adecuado o que tenga el tamaño incorrecto o que resulte incómodo. Escoger la silla de ruedas correcta representa avanzar una gran parte del camino en la ruta de la búsqueda del confort de nuestro familiar en silla de ruedas, y por lo tanto, facilitará nuestro trabajo de cuidado.
Existen dos elecciones más que son de gran ayuda tanto para los familiares que cuidan de la persona en silla de ruedas como para la propia persona que tiene que utilizarla: la de soportes y la de accesorios.
En cuanto a soporte, tenemos en primer lugar el adecuado apoyo para colocar los pies que promueva una buena circulación y una postura adecuada, y llegando hasta los cojines adecuados para el asiento de la silla de ruedas, dependiendo de las necesidades, edad e incluso peso de la persona que va a utilizar la silla. El uso del soporte adecuado no sólo permitirá añadir comodidad a la persona, sino que puede ayudar a prevenir la formación de escaras, sobre todo si se utilizan materiales científicamente diseñados en los últimos años que evitan la acumulación de la propia humedad emitida por el cuerpo humano. En el caso de personas que también padezcan incontinencia, se pueden usar asientos adecuados e impermeables que protejan al mismo tiempo la piel y la silla de ruedas.
En lo que respecta a accesorios, hay que pensar que nuestro familiar o ser querido estará mucho más a gusto en su silla de ruedas (lo cual facilitará el trabajo de la persona encargada de cuidarlo) si tiene todo lo que quiere y necesita al alcance. En la actualidad, afortunadamente existen muchos accesorios que se pueden fijar a la silla de ruedas y que le permitirán a su usuario tener cerca lo que necesita: desde una taza de té hasta una tableta electrónica o un ordenador portátil.
Ideas prácticas para facilitar la labor de cuidar a una persona en silla de ruedas.
Independientemente de la empatía, de escuchar las necesidades y la atención a los detalles a la hora de elegir una silla de ruedas, hay algunas ideas muy concretas que pueden ayudar al familiar de una persona que utiliza este tipo de ayuda para la movilidad a hacer su labor más sencilla, pues en última instancia es una labor de amor, pero no por ello debe ser difícil de realizar.
Por ejemplo, hay que recordar que las personas que por edad o por otra razón deben utilizar una silla de ruedas pueden ser pequeños o grandes, altos o bajitos, pesados o ligeros, tal como el resto de nosotros. Así que si tenemos la necesidad de empujar la silla de ruedas de alguien que es muy grande o pesado, hay que asegurarnos de utilizar guantes, sobre todo si son nuestras primeras semanas y carecemos de experiencia en este tipo de trabajo y por ello, no sepamos bien «cómo» empujar, lo que puede desarrollar callosidades en las manos. Unos sencillos guantes pueden evitarnos muchas dificultades.
Otro ejemplo práctico es pensar en estar en la calle y bajo la lluvia mientras empujamos la silla de ruedas de un familiar. Si hay muchos charcos, la opción que muchos tomaríamos sería sin duda rodearlos, pero ello quizá no es tan fácil al lidiar con una silla de ruedas. El salpicar el agua de los charcos puede mojar y ensuciar tanto los pies de la persona que la utiliza como los nuestros y la propia silla de ruedas. Así que, si el terreno está mojado y sobre todo si sigue lloviendo, hay que asegurarse de cubrir tanto al familiar en la silla de ruedas como a nosotros mismos. Existen «ponchos» impermeables especiales ideales para cubrir bien e incluso proteger la silla de ruedas. Hay que recordar que un paraguas tradicional no está diseñado para proteger a alguien que está sentado.
Protegerse del sol, la lluvia, el calor y los esfuerzos extremos es importante al salir de casa con una persona en silla de ruedas, pero también es importante tener un hogar pensado para facilitar la tarea de desplazar una silla de ruedas a todos los sitios donde haga falta: la cocina, el baño, el salón… Además, hay que tener un coche o una camioneta adecuada para el transporte de nuestro familiar en silla de ruedas y también para la propia silla.
Hay que pensar también en la complejidad del esfuerzo físico que puede representar ayudar a una persona a sentarse en la silla de ruedas y salir de ella para cambiar de posición, ducharse o ir a la cama.
Cada pequeña decisión, cada análisis de la situación, puede resultar de gran ayuda para sacar adelante lo que insistimos: es un trabajo de amor por un familiar cuya movilidad se ha visto reducida y que se deba valer de una silla de ruedas.
El utilizar el sentido común y estar pendiente del conjunto de necesidades específicas del familiar en silla de ruedas son una gran ayuda en este proceso. En un momento dado, con la experiencia, todos los consejos que podamos ofrecerte serán parte de tu cotidianidad y serán como un sexto sentido natural. Es importante ir un paso adelante en las necesidades de nuestro ser querido y no simplemente seguir instrucciones o guías. Aun así, si necesitas consejos para elegir material de soporte, adicional o incluso una silla de ruedas adecuada, no dudes en comunicarte con nosotros.
Si eres familiar u amigo de una persona que use silla de ruedas, este blog te trae consejos o tips que te pueden ayudar a tomar las medidas necesarias para asegurar la máxima comodidad y seguridad de quien se encuentra en la silla de ruedas.
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